Las tecnologías aplicadas a procesos se encuentran en un desarrollo constante. En lo relativo a los negocios y las compañías, hoy se dispone de herramientas que hace cinco de años ni siquiera existían. Estas se van asimilando dentro de cada empresa en sus diferentes ámbitos de aplicación. Algunas de ellas son compatibles y operan entre sí sin ningún problema. Sin embargo, otras necesitan middlewares de integración. Es decir, un tipo de software que facilita la conexión y la comunicación entre el sistema operativo y las diferentes aplicaciones. De esta forma, simplifica y unifica los lenguajes y procesos.
Un ejemplo muy sencillo de la aplicación de middlewares de integración es la comunicación que crea entre diferentes bases de datos y el análisis e interpretación que permite realizar de esa información. Otro ejemplo es la conexión que realiza entre las campañas de marketing digital que lleva a cabo en Google y redes sociales y el uso en su software CRM de los datos provenientes de ellas. De esta forma se puede ver claramente esta función de «traductor» entre los diferentes lenguajes de los programas y aplicaciones.
Los middlewares de integración facilitan la automatización
Como hemos visto, los middlewares de integración funcionan como una especie de traductor que permite la comunicación entre aplicaciones y programas. Este rasgo permite que sea mucho más sencillo automatizar procesos. La razón es muy simple: al crear un lenguaje común, este software elimina el paso de traducción entre los datos provenientes de diferentes fuentes.
Los procesos de solicitudes y respuestas entre unas y otras aplicaciones son más sencillos y rápidos. Se genera una conectividad más eficiente entre ellas, lo que permite optimizar al máximo el tiempo. Esto se traduce, por ejemplo, en la capacidad de permitir la generación automática de informes. La información utilizada procede de diferentes fuentes externas, como la API de Facebook. Así, el cliente puede recibir un informe mensual que se genera automáticamente, en el que se muestra y analiza los datos obtenidos de las acciones que se han llevado a cabo en la red social. De esta manera, las campañas de marketing pueden optimizarse, sacándoles el máximo partido y reduciendo los riesgos.
Reducen los tiempos y aumentan la seguridad
Existen más rasgos especialmente beneficios para las empresas. Los middlewares de integración permiten reducir considerablemente la partida de gastos de una compañía. Toda la integración de datos y procesos que realiza este tipo de software, sin su existencia, debería ser realiza manualmente. La rapidez que cualquier operación electrónica y de IA tiene es infinitamente superior a la del ser humano. Por eso, la cantidad de tiempo que ahorra para una empresa a cuanto a recursos es inestimable. Y menos tiempo invertido se traduce en menos dinero gastado.
Por otro lado, las acciones que realizan los middlewares de integración son repetitivas. Cuando estas se llevan a cabo por personas, en lugar de softwares, resultan demasiado tediosas. Pero además, conllevan errores humanos que se traducen en pérdidas monetarias. Las soluciones informáticas evitan que se produzcan fallos, aumentando la seguridad.
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