Hoy en día ya no basta con estar en Internet. Tu empresa ha de estar presente en la red, pero no únicamente a través de su página web sino usando otras muchas herramientas, desde redes sociales a directorios y, sin olvidar, las apps. Son numerosos los desarrollos a medida que realizamos en Imagar y hemos constatado el incremento de peticiones de este tipo de herramientas.
¿La razón? Porque se han vuelto necesarias, incluso se podría decir que imprescindibles, en función del sector en el que trabaje tu empresa. Las nuevas tecnologías facilitan el contacto con los clientes, tanto los actuales como los potenciales.
¿Por qué una app?
Por eso no puedes dejar de lado las muchas posibilidades dentro del marketing online que te ofrece un app propia para conectar. Es otra forma de estar presente en su día a día, que te lleven en ese elemento del que prácticamente no se separan, como es el smartpohone. Cada año crece el número de apps que salen al mercado, pero también el de descargas que se realizan. Si le das a elegir a tus clientes interactuar con una app a hacerlo con la página web estamos seguros de que la mayoría se decantarán por lo primero.
Les resulta más cómodo y ágil, ya sea para trabajar o echar un vistazo. Y eso a tu empresa le pueden suponer más interacciones, lo que se traduce en un mayor volumen de ventas. Sin contar que también puede formar parte de tu estrategia SEO, a través del conocido como ASO.
Además, la app te permitirá conocer aún mejor a tus clientes. Sabrás cuáles son sus comportamientos y necesidades, pudiendo adelantarte para cumplir sus expectativas. Una app no tiene que estar únicamente enfocada a las ventas, puede ofrecer valor añadido a tu cliente, que a la largo repercutirá en una relación más estable.
¿Qué ha de tener?
La app de cada negocio, al igual que ocurre con cualquier otro tipo de desarrollo, ha de estar totalmente personalizada para tu negocio, pensando siempre en que va dirigida a quienes son tus clientes o pueden llegar a serlo. Ha de tener:
- Sistemas de seguridad. Hoy en día la seguridad informática no es una opción. Debes dar a los usuarios todas las garantías de que sus datos estarán a salvo en tu app.
- Usabilidad y rapidez. No vale hacerse una app por tenerla. Tiene que aportar algo a tu cliente, ha de tener una utilidad para él. Además, el usuario medio tiene poca paciencia, así que si no carga correctamente o da errores va a abandonarla a la primera de cambio.
- Contenido y elementos visuales. La app aporta un contenido extra para el usuario, ya sea la posibilidad de ver más en detalle los productos o tener acceso a más información. Los recursos visuales y formas de contacto tales como chats son extras que siempre son bienvenidos.
Además, al contrario de lo que puedas pensar en un principio, crear una app propia con desarrollos a medida no supondrá un gran coste para ti. Los ingresos que generan las apps provienen tanto de las propias ventas que puedan formalizarse a través de ellas, o a posteriori por otros medios, así como otras posibilidades.
Es el caso de la creación de suscripciones, descargas o ingresos por la publicidad que ve el usuario cuando interactúa con ella. En definitiva, son numerosos los beneficios que te aportará crear una app propia si trabajas para sacarle todo el rendimiento posible, complementando con diseño y desarrollo web a medida.