Entre los conceptos que tiene que manejar un analista programador destaca uno en el que nos queremos centrar en las siguientes líneas. Nos referimos al de open source, muy bien valorado en los entornos de desarrollo web.
Esta expresión, código abierto en castellano, se refería en un principio al software open source (OSS). Se trata de un código diseñado de forma que sea accesible al público. Es decir, cualquier persona puede ver, modificar y distribuir el código. Este software se desarrolla de manera descentralizada y colaborativa. Suele ser más económico, flexible y duradero que otras alternativas teniendo en cuenta que los desarrolladores son las comunidades y no un autor o empresa determinados.
Historia del open source
En los 50 y 60 del siglo XX las primeras tecnologías de Internet y los protocolos de redes de telecomunicaciones se encuadraban en un entorno de investigación colaborativo y abierto. La red Advanced Research Projects Agency Network (ARPANET), base del Internet moderno, fomentó la retroalimentación abierta. Los usuarios compartían el código fuente de los demás y se basaban en él. Cuando apareció Internet, a principios de la década de los 90, los valores de colaboración, comunicación y cultura abierta ya eran una constante.
Open source, código cerrado y software libre
Al principio, al software open source se le llamaba software libre. En 1983 Richard Stallman estableció de forma oficial el movimiento del software libre en el Proyecto GNU. La idea de la libertad del usuario era la base. Libertad para ver el código fuente, modificarlo y redistribuirlo. Ponerlo a disposición de los usuarios y adaptar su funcionamiento de forma que respondiera a sus necesidades.
Podemos decir que el software libre es el antónimo del software propietario o código cerrado. El software de código cerrado está muy protegido. Tan solo los propietarios del código fuente tienen derecho a acceder a él. La posible modificación o copia del código fuente cerrado están prohibidas por ley y el usuario tan solo paga por el uso del software tal y como está.
Sin embargo, el software libre no implica necesariamente que sea gratuito, sino que los usuarios pueden utilizarlo tal y como deseen. Christine Peterson acuñó la expresión open source y reemplazó el término software libre por open source. Quiso apostar por un término que se enfocara en el aspecto principal del código fuente y que no confundiera a quienes no estaban familiarizados con el concepto. Peterson defendía que el software es mejor cuando se comparte, cuando es colaborativo, abierto y modificable. Un software con mayor durabilidad sin depender de un proveedor. Años más tarde, el código open source se convirtió en la base para Mozilla Firefox y Mozilla Thunderbird. Mientras que open source hace referencia a los aspectos metodológicos, empresariales y de producción del software libre. Software libre es una etiqueta relacionada con el concepto de la libertad del usuario.
Cómo puede ayudarte el open source
Hay varias razones por las que apostar por esta alternativa. Vamos con algunas:
- Revisión entre compañeros: al poder acceder al código fuente libremente, los programadores pueden verificar y mejorar el open source. Es un código vivo y no algo privado y estancado.
- Transparencia: se puede saber qué tipos de datos se trasladan y a dónde o qué clase de cambios se han aplicado en el código sin depender de los proveedores.
- Confianza: el código propietario depende de un solo autor o una sola empresa que lo controlan para actualizarlo. En cambio, en el open source las comunidades lo actualizan constantemente. Los estándares abiertos y la revisión entre compañeros garantizan que se evalúa de forma regular y adecuada.
- Flexibilidad: teniendo en cuenta que el open source está en constante modificación, se puede utilizar para abordar los problemas específicos de una empresa o comunidad. No hay necesidad de usar el código de una forma específica, sino que se puede echar mano de la ayuda de la comunidad para implementar soluciones nuevas.