Vivimos en una sociedad digital y, en consecuencia, vamos dejando una huella en Internet que tenemos que controlar. ¿Eres consciente del rastro que vas dejando? ¿Sabes cómo controlarlo y blindarte ante los ciberdelincuentes? A continuación, como consultora informática, vemos algunos consejos para lograrlo.
Seguro que sabes que, por lo general, hay mucha información personal disponible en Internet. Toda la información pública de los usuarios en la red es lo que compone la huella digital. Es habitual que todos los ciudadanos de una sociedad digital tengan su rastro.
Conocer nuestra huella digital no es solo buscar nuestro nombre en Internet. Podría ser, eso sí, el primer paso para hacerte una idea de cuál es tu rastro en la red. Sin embargo, para realizar búsquedas más efectivas de información, hay una serie de técnicas conocidas como OSINT (Open Source INTelligence) que se valen de fuentes abiertas de datos en Internet.
Qué hacer para rastrear nuestro nombre:
- Usar comillas dobles para que solo aparezcan resultados en los que esté el entrecomillado completo.
- Buscar los nombres de diferentes formas para no limitar un solo formato con las comillas (registro coloquial, oficial y apodos).
- Buscar términos de interés asociados al usuario. Por ejemplo, el DNI.
Si buscas perfiles de redes sociales, puedes probar primero sin loguearte y después desde los propios buscadores de Facebook o Instagram. Se trata de ver la información que no es pública.
Hablamos solo de la información pública que podemos encontrar a partir de un nombre o determinados datos. Otra cosa es la información que se comparte de manera voluntaria a través de chats, aplicaciones y foros privados. Sobra decir que nunca hemos de compartir información financiera o médica, fotos íntimas o direcciones.
¿Qué clase de información pública hay?
En Imagar recomendamos reflexionar sobre la cantidad y la tipología de información que encontremos sobre nosotros en Internet. Por lo general, responde a tres casuísticas:
1.Información publicada por el usuario, familiares o personas cercanas:
- Fotos
- Curriculum Vitae con dirección física, número de teléfono, datos profesionales y personales.
- Fotos o comentarios en las que se revele la ubicación de casa.
- Fotos en las que se identifique la empresa o información sensible del trabajo.
- Información familiar o del entorno más cercano.
2.Información personal gestionada por terceros:
- Premios de competiciones deportivas, artísticas, etc.
- Información de contacto encontrada en listines telefónicos online.
- Listados con nombres y DNI de algunos centros educativos.
3.Información pública en algunos países, gestionada por terceros:
- Multas de tráfico.
- Plazas de oposiciones públicas.
- Becas y subvenciones públicas.
- Información de empresas y directivos inscritos en el Registro Mercantil.
Examinar tu huella digital
Tras la primera búsqueda, podemos poner en marcha otras estrategias para encontrar más información. Por ejemplo, mediante el número de teléfono, el DNI o los perfiles en las RRSS. Es inevitable dejar un rastro en Internet. En algunos casos, la información pública puede servir hasta para encontrar a alguien en el mundo físico. Por eso hay que tener cuidado y ser conscientes de la huella que vamos dejando.
Consejos para reducir la presencia online
Es recomendable revisar las publicaciones realizadas en redes sociales y valorar la posibilidad de borrar las que brinden información sensible. Otro consejo es configurar los ajustes de privacidad para que los perfiles no sean públicos y revisar qué personas pueden ver cada tipo de publicación.
Cómo no, tenemos que tratar de recordar en qué páginas web hemos creado perfiles que ya no usamos para borrarlos. Cuando se trate de información personal gestionada por terceros, pediremos que se retire de Internet.
No olvides que, en la Unión Europea, la ley está de parte de los usuarios. Tenemos amplios derechos que nos amparan para el borrado de información publicada por otros. En España, cuando la información es especialmente sensible o íntima, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) cuenta con un procedimiento urgente de retirada de publicaciones.