Cualquier persona que trabaje en el mundo del marketing, la comunicación o el diseño web con WordPress sabe que las newsletters son poderosas herramientas que hay que saber utilizar. ¿Y tú? ¿Eres consciente de todo su potencial? Si la respuesta es que no, te invitamos a seguir leyendo esta nueva entrada del blog.
Hablamos de una especie de comunicado, de cartas que las empresas envían cada cierto tiempo por correo electrónico hablando de novedades. Una estrategia que se denomina envío de newsletters y con más poder de lo que a veces se piensa. Dicho de otro modo, una newsletter es un tipo de email periódico para difundir novedades de una marca (contenidos nuevos del blog, ofertas comerciales o lanzamientos de productos). Es importante recordar que es el usuario el que solicita recibir estos mensajes a través de un opt-in.
Podemos resumir sus objetivos en los siguientes puntos:
- Difundir contenidos para aumentar el awareness (darse cuenta o tomar conciencia sobre algo) de una marca.
- Convertir a los suscriptores en leads cualificados.
- Fidelizar a los usuarios con contenidos útiles para mejorar su engagement con la marca.
El texto de la newsletter puede ir o no acompañado de fotografías. Es una especie de boletín informativo para comunicar informaciones o novedades de una empresa u organización con determinada periodicidad. Muchas empresas optan por enviarlas a todos los contactos de su base de datos de forma mensual, otras bimensual y otras hacen estos envíos masivos solo cada seis meses.
Utilidad de la información que se manda por email
La primera meta es conseguir que el suscriptor abra el email. Por eso, el asunto y el destinatario son fundamentales. Hay que hacer que a los receptores les pique la curiosidad, les genere interés lo primero que lean. Una vez abierto, el usuario ha de actuar sobre el mail. Por ejemplo, haciendo click sobre determinado CTA o link. En Imagar te recordamos que es clave hacer una correcta segmentación de las listas de suscriptores y definir con tiento la frecuencia de los envíos.
En realidad, es una estrategia muy mecánica para dar a conocer la labor principal de la entidad a los nuevos clientes, fidelizar a los ya existentes o informar sobre novedades, precios o nuevos proyectos. La promoción y el feedback con los usuarios son claves. También lo es el hecho de conocer el alcance real de esta comunicación.
Si no tenemos la seguridad de que los clientes pueden encontrar determinados contenidos en un sitio web, la newsletter puede cambiar la situación. ¿Cómo? Conduciendo directamente a la página y multiplicando el tráfico web. Por eso, alimentar y cuidar las bases de datos es muy importante y algo que tenemos que saber conjugar con el uso que hagamos de las redes sociales. Es decir, aunque Facebook o Instagram a veces sean más eficaces para una comunicación rápida, no podemos olvidar el potencial de las newsletters.
Para potenciar su difusión se pueden incluir CTAs (call to action) que animen a compartir el mail. Por ejemplo, frases como “click to tweet” o “comparte este email con quien quieras”. Es importante no crear emails con demasiados links para no perder efectividad.
¿Cada cuánto tiempo enviarlas?
La periodicidad depende directamente de las novedades que ofrezca la empresa en cuestión. Es mejor enviar una información muy cuidada y elaborada solo dos o tres veces al año que hacerlo cada mes sin información de interés para el receptor. Por lo general, una estrategia efectiva establece una periodicidad fija. A pesar de que las newsletters sean un formato tradicional, tienen que adaptarse a los tiempos. Es decir, la información tiene que ser llamativa y atractiva. No podemos hacer envíos masivos si no tenemos nada nuevo que contar.